Dicen los tzeltales, que cuando estaban tallando la cruz, el aserrín lo tiraron al río, en dónde se convirtió en peces, cangrejos y caracoles, ése es el origen de la vida en los ríos. Para recordar la vida que viene de la cruz, se tiene la constumbre de comer esos animales tanto el viernes santo como todos los de cuaresma.
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